Exposición "Hace 50 primaveras..."


Primavera de Praga

¿En qué consistió?

Fue un movimiento de apertura política en Checoslovaquia durante la Guerra Fría.

Duró desde que Alexander Dubček llegó al poder en enero, hasta el 20 de agosto de 1968 cuando el país fue invadido por la URSS y sus aliados del Pacto de Varsovia, salvo Rumanía.

Dubček puso en marcha un programa de acción de liberalizaciones que incluía el aumento de la libertad de prensa, la libertad de expresión, la libertad de circulación y la posibilidad de un gobierno multipartidista.

Los medios de comunicación comenzaron a funcionar con fluidez, y la televisión y la radio por fin podían dar opiniones políticas.

A muchos hoy en día esto nos parece algo lógico, pero para la Checoslovaquia de 1968 esto suponía un paso adelante gigantesco.

¿Cómo reaccionó la URSS?

Todos los países de la Europa del Este estaban muy atentos a lo que sucedía en Checoslovaquia.

La URSS estaba expectante ante los hechos que venían ocurriendo ya que su hegemonía comenzaba a tambalearse, Brézhnev temía que las reformas iniciadas por Dubček pudieran debilitar la posición del bloque comunista durante la Guerra Fría.

Pero no sólo la URSS no veía con buenos ojos las reformas de Dubček. El bloque comunista de la Guerra Fría, con los Cinco de Varsovia a la cabeza, URSS, Hungría, Bulgaria, Polonia y la RDA, comenzaron a recelar de Dubček. Tanto es así que las cosas fueron complicándose cada vez más.

La invasión

En la noche del 20 de agosto de 1968 los ejércitos de cinco Países del Pacto de Varsovia – La Unión Soviética, Alemania Oriental, Bulgaria, Polonia y Hungría- invadieron simultáneamente Checoslovaquia.

Rumanía no tomó parte en la invasión,  porque su gobernante Nicolae Ceaușescu mantenía hacía años una serie de críticas hacia la política exterior de Moscú.

200.000 soldados y 2.300 tanques del Pacto de Varsovia entraron en el país.

El ataque de los ejércitos del Pacto de Varsovia tuvo como resultado 72 checos y eslovacos muertos (19 en Eslovaquia), 266 heridos graves y otros 436 resultaron heridos levemente.

La invasión apenas duró un día, y las fuerzas checoslovacas no pudieron hacer nada por evitarla. El propio Dubček llamó a su pueblo a no resistir, a pesar de que sucedieron algunos episodios violentos en las calles.

Las consecuencias

La invasión fue seguida por una ola de emigración nunca vista antes que se detuvo poco tiempo después. Se estima que 70.000 personas huyeron de inmediato y en total se llegó a 300.000 emigrantes.

La Primavera de Praga profundizó la desilusión de muchos izquierdistas occidentales con visiones marxistas-leninistas.

Contribuyó al crecimiento de las ideas eurocomunistas en Occidente, donde los partidos comunistas pretendían una mayor distancia con la Unión Soviética y llevó, finalmente, a la disolución de muchos de estos grupos.

Una década después, la Primavera de Praga "prestó" su nombre a un periodo de apertura política en China conocido como la Primavera de Pekín.

También influyó en la Primavera Croata en Yugoslavia

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