José Antonio Martín Pereda nace en Madrid en 1943. Simultaneó las carreras de Ingeniería de Telecomunicación (Universidad Politécnica de Madrid) y de Ciencias Físicas (Universidad Complutense de Madrid), finalizando ambas en junio de 1967. Realizó estudios de Doctorado con una Beca Fullbright en la Colorado State University, de 1968 a 1971. En 1971 obtiene el doctorado por la Universidad Politécnica de Madrid. Desde 1975 es Catedrático en la ETS de Ingenieros de Telecomunicación de la Universidad Politécnica de Madrid, Subdirector de Investigación entre los años 1976-1980 y Vicerrector de Investigación (1981-85).

Compatibilizó sus actividades docentes e investigadoras con la coordinación del primer Plan Nacional de I+D (1987-1990), con la dirección de la Agencia Nacional de Evaluación y Prospectiva (1993-94), en la que creó la primera unidad de estudios de prospectiva y con la presidencia del comité GAME, para el desarrollo de la Microelectrónica en España (1990-95). Miembro del Consejo de Universidades, designado por el Senado (1995-2000). Académico constituyente de la Real Academia de Ingeniería (1994). Profesor Invitado en el Imperial College, Londres (2004-05). Nombrado, a título personal, miembro del ESPRIT Management Committee (1990-93) y del panel PE7 del European Research Council (2010-13). Miembro de los Comités Técnico de ECOC ("European Conference on Optical Communications") y de OFC / I00C ("Optical Fiber Communication Conference" y "Integrated Optics and Optical Communications") en USA, Japón y Europa de 1984 a 1996.

Doctor Honoris Causa por la Universidad Politécnica de Catalunya (2009). Doctor Honoris Causa por la Universidad Carlos III de Madrid (2017). Doctor Honoris Causa por la Universidad de Cantabria (2019)

Ha sido el primer ingeniero que ha trabajado en España en el campo de las comunicaciones ópticas y en el de las aplicaciones de los cristales líquidos en dispositivos fotónicos, habiendo iniciando las actividades en estos campos a mediados de los años setenta. Pionero en los estudios de biestabilidad óptica y fenómenos caóticos, realizó sus primeras contribuciones sobre ellos a principios de la década de los ochenta. Ha sido el primero en introducir estos temas en las enseñanzas regladas en la Universidad (desde 1980) y el primero en introducir el concepto de Fotónica en España. Ha creado la primera escuela española de Comunicaciones ópticas, en la que se han formado numerosos profesionales e investigadores universitarios. Es autor de un número importante de artículos y ponencias en conferencias, nacionales e internacionales, tanto de carácter científico como de política científica y de divulgación.